martes, 5 de junio de 2012

Existe un muelle al borde de mi taza de café, donde bocas piratas amarran sus labios por instantes, con el solo fin de robar de a traguitos mis mares contenidos.
Entonces disfruto cada sorbo y pienso en la magia con que me rodea la soledad:

La noche en la noche, el silencio en el silencio, la palabra en la voz, la voz en la palabra, el eco en la distancia, la mirada en los ojos, la vida en el aire, la respiración en la mente, la ternura entre los dedos, yo en mí... 
(Y mi placer de ser).



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