domingo, 17 de junio de 2012

Aprendí



Pasando las páginas de un viejo libro que encontré,  siento como a cada una de ellas las envuelve el aroma a melancolía.
Sonrío y pienso:

 - Qué bonitos aquellos días en los que la vida se miraba con expectación, en los que uno podía imaginar y llegar hasta lo más alto si quería!

Y ahora, sentada en medio del arrullo ideal que me brinda mi entorno, me pregunto si no lloré demasiado e hice poco. Pero finalmente siento que no fue así, que todo lo que hice me ha dado la alegría que ahora late en mi pecho cada vez que recuerdo cada tramo recorrido.
Y aunque ya cuente 39 primaveras sigo mirando la vida con expectación. Porque hace ya mucho entendí algo que me ha ayudado a vivir la vida cada instante. Que todo esto un día se acaba, y yo lo lamentaré mucho cuando llegue ese día.

Preocuparse por cosas que todavía no han pasado es una pérdida de tiempo… 

                                                
 Y a mi nunca me gustó perder el tiempo...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario