martes, 13 de noviembre de 2012

Tiempo



Hay un tiempo para todo en la vida, sin embargo es difícil ser justo y acertar, es como si se te fuera el tiempo y a veces va más rápido de lo que pensas. No es cuestión de insultar a la vida, es como es, aceptarlo o no es parte nuestra. El asunto más que nada es que a veces siento que no soy suficiente, el problema está en mí o en los demás, la verdad que no sé muy bien como interpretarlo, es como si viviera en un mundo apartado del de los otros, me definiría como alguien iluso, por creer en las cosas que nunca pasan, por no encontrar alguien que pueda entenderme.
Tampoco consigo sentirme absolutamente autosuficiente en algunos casos, por llamarlo de alguna manera, siento que mi edad no influye en mi mente y estoy tranquila de que mis responsabilidades me queden a la perfección de lo que puedo cumplir, pero aunque las cumpla, a veces siento que no estoy apta por darle un nombre a eso y es eso que no encontramos y que tampoco sabemos qué es, tender hacia qué… Dirían algunos filósofos, tender hacia la felicidad completa.
Es como si hubiera nacido un par de décadas posteriores, tengo una mente tan diferente al resto, sin alegar que todos somos diferentes, me permito el hecho de aceptarme “rara”. Sin embargo me encuentro incluida socialmente, aceptando normas y reglas implícitas de comunicación, manejando exactamente los tiempos que ellos manejan pero por dentro no llego al acuerdo de conciliar mi mundo interno con el mundo externo, me sigo sintiendo rodeada de mentiras y falsedades oportunas, desde la periferia hasta el centro, como si por éste momento no tan corto, todo esto que me rodea no tuviera el mínimo sentido y como si para esas personas que son “externas”, yo no tuviera el mínimo valor, o la importancia que ellas tienen para mí.
Es pensar y repensar el “guión” con tendencias claras a la desilusión, es mirar y mirar el reloj, con la mente fija en que nada puede suceder hoy, es creer a pesar de todo, un poco más… En qué?
Absorta en la nada, me siento incompleta aunque pueda vivir sin esos complementos, que un día ví tan humanos. Diría que no es fácil respirar sin oxígeno, comer sin alimento, o querer sin sentimientos, y vuelvo a repetir una vez más también:
“Sé que hay tiempos, un tiempo para cada cosa en la vida, pero no sé qué es lo que me toca ahora…”


Fondo y forma, lleno y vacío, lo que se busca, lo que se encuentra. 
Lo que necesitamos, lo que no nos pueden, ni quieren dar, 
lo que entregamos sin pestañear. 
El espacio que quedó. 
El lugar que se llevaron.




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