martes, 29 de enero de 2013

Semillero de actitudes



Como reflexión a cada una de las actitudes de las que me he visto rodeada, me declaro conforme (por ahora), con mi manera de actuar ante todas las situaciones con que la vida me ha probado.
Cada cosa que hacemos tiene consecuencias. Llamar a alguien. Pronunciar una palabra. Escribir un mensaje y no responder a otro que recibimos. No existen los actos gratuitos. Si tendemos un puente alguien querrá cruzarlo. Si lo destruimos habrá una persona que tal vez no pueda pasar. Si golpeamos una puerta es posible que alguien abra. Y después (obviamente) habrá que hacerse cargo. Atención. Hacerse cargo de algo no es bien visto, pero es la justicia con que la vida nos pone a prueba. Cuidado con lo que hagas. Tarde o temprano tendrás que pagar las consecuencias.
La vida es un semillero de actitudes... Al final del camino sí o sí, vas a tener que comerte tu cosecha.

viernes, 18 de enero de 2013

Soñando nomás


Me compre un pasaje al infierno y volví, como vuelven los viajeros, con la mente llena de imágenes superpuestas y palabras extrañas y sensaciones cruzadas. Pude volver gracias a las manos que me salvaron, esas manos tan conocidas.
No estaba de viaje, ni haciendo cosas raras, ni completando crucigramas por desvelo, y cuento...
Porque yo no se mentir, ni balbucear, ni enredar ni atropellar. Porque en cambio sé cambiar. Las vueltas en las esquinas hoy me devuelven esa seguridad que creo desparramar cuando siento que todo esta por estallar.

Allá a lo lejos entre la medianoche y el mediodía soñaba que podía soñar, y ahí cerré las puertas de mis infiernos.


Y entonces volví...

Y acá estoy, soñando nomás.

domingo, 13 de enero de 2013

Mi estupidez



Algunas noches tengo la suerte de sentarme y percibir la pelea entre la mente y el cuerpo.
La inestabilidad de uno y la sabiduría del otro, aunque se haga amargo reconocerse a veces, lo más hermoso es poder saber también que todo cambia.
Y en esa pelea reconozco mi estupidez, esa de creer y afirmar, siempre que sé todo, pero en realidad no se un carajo.