La alegría se abre como un melón fresco y jadeante, porque los lazos están alrededor de otro cuello, en otro lado.
El regocijo sale de paseo con disfraz y ganas de dejarse llevar.
El regocijo sale de paseo con disfraz y ganas de dejarse llevar.
En el último tirón, de la punta del pulgar, brotan pequeños milagros....