Aceptaciones

Algunas veces me fascina usar metáforas. Una manera adornada de contar mis pensamientos, no está nada mal. Los últimos dos días me puse a pensar en algo que en mi vida forma parte de la lista sagrada de los gestos de amor. Abrazos y Besos. ...Si, he pensado bastante y he llegado a una conclusión muy personal. Los besos y abrazos que no te dan, seguramente los recibe otro. Es lógico?, no lo sé pero así lo creo.
Es por eso que he buscado unas cajas no demasiado grandes, láminas de embalar, de esas que entretienen tanto cuando explotas las burbujas de aire y sirven para que no se rompan los corazones frágiles.
También he buscado una dosis de humildad para comprender más allá de mis anhelos y me he preparado una taza de chocolate para mojar en ella mis ganas de sueños cumplidos y luego así como quién no quiere la cosa, pero sin mirar para otro lado, me he puesto a hacer una selección de todos esos deseos que durante éste tiempo he sentido incumplídos, porque para ser realista y dejar de pecar de ingenua, seguramente es absurdo seguir creyendo que se cumplirán.
Creo que los sueños llevan fecha de vencimiento, aunque no siempre seamos capaces de encontrarla.Pero finalmente vivir caminando detrás de una utopía nos hace perder fuerzas y luego de esa desilusión no vemos incapaces de creer en otros sueños y nos llenamos de efectos secundarios, de desconfianza.
Así que en mi especie de balance he decidido agradecer por todas aquellas pequeñas maravillas que he logrado experimentar en éste último tiempo, todos los pequeños aprendizajes que pude sumar, cada pequeña frustración, miedo y límite que he podido superar.
Todo el amor que sido capaz de de sentir y querer compartir sin haber podido hacerlo. Perdonarme mis errores y los de alguien más.
Guardar en una especie de baúl sagrado luchas, decepciones, tristezas y entregarlas al cielo, para que su mágica máquina de reciclar mantenga mi pequeño Universo en armonía. 

Después de poner un poco de orden, me declaro en vacaciones.