jueves, 30 de agosto de 2012

Las vidas que he tenido


A veces pienso en las vidas que he tenido. Y en que no puedo -ni debo- asumir los errores de quien era antes de ser quien soy. No tiene ningún sentido. 
  Alguna vez me he topado con un recuerdo que me ha sorprendido. Cómo pude hacer eso o aquello. Cómo pude no hacer eso o aquello. Es perder el tiempo tratar de entender lo que se escondía en los propósitos de aquella vieja yo. 
  A veces me repugna compartir cuerpo y memoria con ella. Con ellas. A veces me avergüenza. O me enfurece. Y otras veces me fascina, me rindo ante el mecanismo de los humanos, de las mentes, de los cuerpos, de los caminos rectos y los torcidos y los que se van desdibujando. 
Me rindo ante la idea de haber sido esa o aquella o la otra, y ahora ser Yo. Y tengo la certeza de que ninguna de ellas tuvo antes la misma sensación, ni la intención, de volver eternos a esa sensación y a ese sentimiento de tristeza. De quedarse aquí, ocupando ésta cabeza, moviendo estos brazos y levantando estas piernas, y sonriendo o frunciendo el ceño. Éste ceño.
  En algún momento fui una mujer con sus contradicciones, sus limitaciones, pero su osadía. Su violencia verbal, y su incapacidad sentimental. Su ego y su mata-ego. 
Y en algún momento entendí también, que nunca iba a dejar de vivir en éste cuerpo dirigido por ésta mente. Porque todo continúa y a veces la vida gira con su ritmo inesperado, pero siempre supe que cada uno de nosotros, acabamos donde finalmente se detienen nuestros pies.


miércoles, 29 de agosto de 2012

Dejà vu


¿Por qué tenemos esa sensación de haber vivido algo que se nos presenta como nuevo? Son numerosas las hipótesis sobre los déjà vu, déjà senti, déjà visité o déjà vécu. Aquí está mi conjetura, basada en mi experiencia y, naturalmente, en mi imaginación, alimentada por la ciencia ficción que he ingerido estos últimos tiempos. Pero, ¿quién sabe? ¿Por qué descartarla?

Imagina: Te ocurre algo catastrófico, deseas volver atrás para evitar las consecuencias, y, de alguna forma, lo logras. Volves atrás (ocho horas antes del suceso crítico, según mis cálculos) pero sin recordar lo que ya ha pasado ni qué debes impedir. De esta forma, debemos suponer, que en ocasiones la nueva oportunidad no será bien aprovechada y el resultado volverá a ser adverso. Un déjà vu marcaría el comienzo de la repetición de la jugada.

Es decir, al aparecer la sensación de ya-vivido, significaría que en ocho horas deberás evitar lamentarte de lo que hagas, deberás evitar cometer el mismo error que ya cometiste en otra línea temporal. Una discusión, una mala compra, un accidente, una prueba importante…

No sé más detalles de mi hipótesis. No lo sé. Pero tengo la sensación de que he sabido.


domingo, 26 de agosto de 2012

Lopeordelavida


Lopeordelavida se almacena en botellas de vidrio verduzcas en un almacén de paredes oscuras con olor a moho. Lopeordelavida es líquido espeso y tiene sabor amargo. A todos nos toca alguna vez tomar de lopeordelavida. La digestión es pesada. Nadie quiere darle un trago a  lopeordelavida, pero tenemos que hacerlo. Todos. 
Es uno de los pocos trances que cualquiera, sea quien sea, tiene que pasar. 

Cuando tragas  lopeordelavida algo te cambia. Ves la vida de otra manera. Sos más consciente de lo inconsciente que es el plan divino (o cretino). 

- De qué sirve todo -, te preguntas con lopeordelavida bajando por tu garganta. Porqué nos dan un corazón y permiten que lo llenemos de nombres para luego vaciar letra a letra nuestros afectos. Lloras mientras lopeordelavida reposa en tus vísceras. 
Porqué nos dan un corazón, una memoria y unos ojos. Porqué permiten que lloremos por lo que recordamos que necesitamos. 

lopeordelavida


sábado, 25 de agosto de 2012

Porque sí



Y reís. Porque sí. Y el mundo es un desastre y seguimos perdiendo gigantes y  pensás que un día quizás, la mediocridad gane definitivamente la pulseada pero no importa, te reís igual.

Y sonreís. Porque sí. Y refrescó y el sol se tomó franco y la ropa para lavar se sigue apilando, y nada importa tanto al fin y al cabo, como para borrar las sonrisas y hacer de la vida algo peor.

Y bailás. Porque sí. Y nada tiene que ver con nada y ninguna de las cosas importantes tienen explicación y reaccionás ante la maravilla de que, a veces, no hagan falta palabras.

Y callás. Porque sí. Y te encanta la canción y podrías cantarla a los gritos, pero preferís dejar la garganta dormida un rato más, y escuchar la superposición de sonidos que te rodea e inventarte una historia a partir de sus acordes.

Y sos. Porque sí. Sos alegría y preocupación, música y silencio; y una y muchas, y ayer y hoy, y piel y emociones, y sueño y vigilia y todo lo que siempre sos pero ahora, a consciencia.



viernes, 24 de agosto de 2012

Mi memoria


No hay paso del tiempo en mi memoria. Todo lo archivado lo rememoro con la misma intensidad, con exacta vivacidad. Debo, cada vez, hacer conciente el ejercicio de ponerle fecha a los recuerdos y calcular la distancia temporal y advertir que es, cuanto menos, probable que nosotros, los de entonces, ya no seamos los mismos. No hay paso del tiempo en mi memoria y es extremadamente injusto. (Injusto)



"Podría decir, que todos los momentos que sólo tienen permiso para ser recuerdo, 
se instalan como un presente inacabable. 
Eso es un pasado perseverante... 
y siempre inoportunamente injusto"


miércoles, 22 de agosto de 2012

Puertas


Una habitación. Una pequeña habitación llena de puertas. Mi puerta es blanca, lisa, limpia y brillante. 
Hay muchas puertas, demasiadas, no puedo contarlas porque las puertas aparecen y desaparecen. Mi puerta es la única que no se mueve y sigue siendo la más blanca, lisa, limpia y brillante. Pero a mí me llaman la atención las otras, me atraen sus brillantes colores. Me seduce pensar que habrá detrás y juego a inventarme la perfección de su interior. 

Hace algún tiempo no pude controlar mi curiosidad y abrí una de las puertas. Era más grande que las demás, parecía de madera maciza y no lo pude resistir, pero tras ella no había más que agua y se inundó la habitación. Pasó mucho tiempo hasta que conseguí sacar toda el agua, casi me ahogo, pero mi curiosidad continuó intacta.
Al poco tiempo volví a intentarlo con otra. Ésta contenía un infinito desierto de arena, cactus y escorpiones, fue tan intensa esa avalancha, que quedé atrapada debajo de ese cúmulo irrespirable. Tras mucho esfuerzo conseguí limpiar de nuevo la habitación y volvieron a lucir las puertas. 

Descansé algún tiempo y me limité a observar el ir y venir de todas ellas, me mantuve quieta por temor, hasta que comprendí que al igual que las puertas, la habitación también iba cambiando y que una misma puerta parecía muy diferente si cambiaba la luz, el color de la pared, o el color que el sol reflejaba si alumbraba al suelo.
Entonces me di cuenta que yo misma iba cambiando en función de la experiencia de cada una de ellas, y de la luz y el color con que fuera reflejada.

En ese momento comprendí, que lo único que necesitaba 
para ver luz y color detrás de cada una de ellas, 
era la posición en la que yo misma pusiera a mi corazón.

Muchas veces la óptica del alma no es objetiva con respecto a nuestros deseos más urgentes, pero depende de cada uno de nosotros, darle un matiz que nos lleve a ver toda la armonía de la que disponemos a manos llenas, para realizar ese acto de felicidad día a día.
Hoy sé que me encanta descubrir nuevas puertas para abrir, y descubrir que me espera detrás de cada una de ellas. Sonreír y comprender que no todo es como quisiéramos es parte del trabajo, y cerrar los ojos, notando que no sólo sangre llevan nuestras venas, sino que también son segundos preciosos los que corren por ellas, y son esos con los que forjamos nuestra vida
Saber vivirlos todos a fondo es “vivir”, y saborearlos con una sonrisa, pintándolos lo más bonito que podamos aunque afuera llueva. Sin preocupación por lo que no vale la pena llorar, con deseo, con claridad, quizás con alguna duda que haga de la experiencia de despertarnos cada día, algo realmente emocionante. Pero saborearlos. Saborearlos a conciencia.



lunes, 20 de agosto de 2012

Eso que llamamos..


Alguien me pregunto que es la melancolía? 
Que porque los hombres tienen que amar?. Si el amor es tan difícil, deberíamos neutralizarlo para siempre y no necesitarlo nunca más.
Yo le contesto: melancolía, soy yo. Es tratar de encontrar una inspiración con lo divino.
Melancolía es mentirle a mis lágrimas para sonreír.
Melancolía es acordarme de los buenos momentos y sentir que no puedo volver a vivirlos.
Melancolía es viajar sin moverme de aquí.
Es una actitud de sentir, también es una forma de bipolaridad del corazón. Es sentir llanto y felicidad y sumergirse en utopías eternas, que sabemos inalcanzables.
Es algo natural. Es ser yo. Es ser vos.
Es la necesidad de múltiples besos, infinidad de abrazos para perderse y sentirse contenido. Es una obra incompleta donde las emociones nunca perderán su agilidad.
Es hacer mil y un fotografías, acordándome de lo bello que alguna vez viví.
También es ver las cosas como son. Melancolía es un domingo sola, y es soñar con un domingo acompañada compartiendo sonrisas y palabras.
Melancolía es el placer de sentirme necesitada por alguien y luego darme cuenta de que no es así.
Melancolía es que me quiten el honor de ser un complemento ideal, y sin embargo seguir esperando el día para serlo.
Melancolía, es encontrar una forma de fe eterna en la felicidad de lo que no tenemos, y sin embargo no dejamos de anhelar.


sábado, 18 de agosto de 2012

Otra forma de decir


Quienes sentimos en el alma las cosas que nos suceden, y no encontramos la manera de explicarlas, lo hacemos escribiendo. 
Cuando sentimos que hay sensaciones que se nos abrazan al pecho y nos lo llenan de emoción, no encontramos otra manera de demostrarlo que no sea a través de palabras encadenadas a la lógica de nuestra percepción.
Los que sentimos ésta necesidad, no escribimos por llamar la atención, escribimos porque no tenemos otra opción. Para nosotros, esa también es una forma del lenguaje del amor, un lenguaje que creemos válido como forma de expresión de la más grande sinceridad.
Porque a veces la palabra escrita es el único camino para decir algo sin derretirlo, otorgándole el poder que exige una imagen. Pero la imagen no está en inferioridad de lo que a veces se debe expresar con la palabra, y ahí entra a jugar el arte emocional que siempre termina arrancándome una lágrima de paz.


"La cosa más maravillosa que hay, es tener entre mis sueños 
el trabajo que he hecho con el corazón"



jueves, 16 de agosto de 2012

Mi corazón


Mi corazón tiene piel de cordero pero aún es fuerte y desgarra como lobo, se cree frutilla madura aunque ya tiene sabor papa verde, esta sordo, muy sordo pero igualmente se tapa los oídos para no sentirse tan al máximo.
Mi corazón tiene infinitos prelavados, pero aún destiñe, una vez quiso ser faquir y termino siendo alfiletero. 



Es profundamente visceral pero a pesar de eso,  aún se siente bandera.


Recuerdos


A veces las imagenes desechadas suelen ser las que más echamos en falta, y cuando las traemos a nuestra mente muchas veces nos lastiman.
Y es que miles de recuerdos se desvanecieron en el aire, mientras yo hacía el esfuerzo por dejarlos atrás, para no volver a sentir el sabor amargo de esos días. 
Cuánta energía he gastado en desenterrarlos y enterrarlos una y otra vez, y sólo conseguí dejar esas imágenes en el piso convertidas en polvo diseminado.

¿Quien se lleva los recuerdos que no ordenamos borrar?
¿Quien nos manda a recordar aquellos que deseamos dejar atrás para siempre?

Hoy recordé que hacen 16 años decidí olvidar que tenía un padre...
Hoy, él me hizo saber que aún vive...

miércoles, 15 de agosto de 2012

Lo verdadero



Lo importante de conocer la verdadera esencia de las personas que nos rodean, y lo que ellas nos entregan con un verdadero ánimo de cariño, es lo que definitivamente importa para crecer de verdad. Cuanto más nos animamos a enfrentar la vida, más preparados estamos para superar el dolor de los gestos con los que otros nos lastiman injustamente.
Después de un tiempo aprendemos la sutil diferencia entre dar una mano y encadenar un alma.  Y aprendemos que el cariño no significa sumisión y la compañía no significa seguridad.
También empezamos a comprender que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y comenzamos a aceptar nuestras derrotas con la cabeza en alto y los ojos abiertos, con el donaire de un adulto, no con el dolor de un niño. Aprendemos a construir nuestros caminos en base al presente, porque el terreno del futuro es demasiado inseguro para hacer planes.
Después de un tiempo aprendemos que hasta el sol quema, si lo recibimos en exceso.
Por eso, sembra tu propio jardín y decora tu propia alma en vez de esperar que alguien te traiga flores. 
Cuando te animes a vivir segura de tus pasos, con el alma quieta y con la razón de saber que no tenés nada de que arrepentirte, es entonces cuando vas aprender que es lo que realmente podes y queres soportar...
En ese momento vas saber que sos realmente fuerte…  Porque aunque unos pocos, con una liviana actitud desmerezcan tu presencia y entrega verdadera, nada importará, ya que hay muchas otras personas que te valoran por lo mucho que vales.
Atacar en silencio es tan fácil como sacarse la duda con una simple pregunta.
Y aunque muchas veces ese silencio absoluto, y que sin razón alguna, de un momento a otro nos entregan, se convierta en una dolorosa balacera para el alma, debemos seguir con la seguridad y la paz, de saber que siempre entregaremos lo mejor de nosotros.



domingo, 12 de agosto de 2012

Ojitos de niño


Los errores se arreglaban diciendo simplemente… "No vale, de nuevo de nuevo" 
Tener dinero, sólo significaba poder comprarte una bolsa de caramelos a la salida de la escuela… 
Hacer un castillo de arena , podía mantenernos felizmente ocupados durante toda una tarde…
Cuando jugabas a la escondida, para salvar a todos los amigos, bastaba sólo con un grito: "Salvación para mi y para todos mis amigos"
Siempre descubrías tus más ocultas habilidades, a causa de un ¿A que no te animas a…? 
Cuando el negocio del siglo era conseguir cambiar las figuritas repetidas por la que hacía tanto tiempo que buscabas… 
El último que se queda es un tonto!…  Era lo único que nos hacía correr como locos hasta que el corazón se nos salía del pecho. 
Las bombitas de agua eran la más moderna, poderosa y eficiente arma que jamás se había inventado…. 
Cuando quitarle las ruedas pequeñas a la bici significaba un gran paso en tu vida. 
La palabra "GUERRA" sólo significaba arrojarse pelotitas de papel durante las horas libres en clase… 
La mayor desilusión era haber sido elegidos los últimos en los equipos del recreo en la escuela… 
Cuando ganarse un helado era la mejor recompensa de los padres… 
Cuando te sentías un científico haciendo burbujas.
Cuando te tirabas debajo de alguna piñata emocionado por los caramelos .
Cuando ponerte una remera a modo de capa te hacía soñar y subido en cualquier escalón deseabas con todas tus fuerzas poder volar como Superman. 


Todas estas simples cosas nos hacían felices, 
no necesitábamos nada más que una muñeca, 
una pelota y un par de amigos 
con los que jugábamos durante todo el día.


A veces quisiera volver a tener la mirada de un niño, y verlo todo como se ve través de sus ojos, que me brillaran como les brillan a ellos cuando ven algo que los hace felices.
Mirar todo con ojos de niño no era solamente saber que todo transcurría en un instante. Sino también disfrutar de los aromas, de los colores con una sabiduría que a través de los años se no va olvidando.

Si hoy me preguntaran que es lo que quiero ser, aunque sea unos minutos, 
sin dudas diría que deseo ser otra vez un niño.


sábado, 11 de agosto de 2012

Agradecer



Cada día que nos da la vida es una oportunidad para crecer, agradecer dicha oportunidad, desde luego es un agradecimiento al Hacedor que nos lo permite.

Lo que quiero decir, es que siempre el agradecimiento esta con nosotros, debemos sacarlo a flote y hay que cultivarlo, ello genera felicidad, armonía, paz.
Agradecer conlleva aceptar y sentirnos contentos con lo que nos sucede. Cualquier experiencia podemos considerarla de dos maneras: con los ojos de la carencia o de la abundancia. La actitud de estar agradecido apunta a ver el lado positivo de lo que nos rodea, sean situaciones, o personas.

Definitivamente, éste escrito sobre el tópico nos indica que tengamos presente el agradecer a:

Aquellos que desde su manera de ser, te ayudaron a ser más humano, mas sencillo, mas sensible.
Aquel que inesperado y oportuno supo escucharte comprensivo. 
Aquellos con quienes compartiste tus ratos de juego. 
Aquel que te ayuda a desvelar tu riqueza interior. 
Aquel que con su gran bondad te hizo ser sencillo. 
Aquel que descubriste un día y "se quedo en vos". 
Aquel que corrigiéndote con cariño te hizo caminar. 
Aquel que con su vida incansable te animó a luchar. 
Aquel que sin cansancio siempre espero lo mejor de vos. 
Aquel que te exigía siempre haciéndote crecer en la grandeza. 
Aquel que te hace sentir importante cuando necesita de vos. 
Aquel que estando lejos lo sentiste cerca. 
Aquel que con su desacuerdo te hace descubrir tu verdad. 
Aquel que sabes que te quiere y siempre te espera. 
Aquel que siempre te anima a ver lo positivo. 
Aquel que te quiere como sos animándote a crecer. 
Aquel que con su necesidad de tu presencia hizo que te sintieras "UNICO"!

Gracias a todos los que ayudaron a cultivar mi siembra,
Gracias a todos los que disfrutan conmigo de mi humilde cosecha...
Gracias a todos los que están de una u otra manera completando mi vida.
Gracias a todos los que llegaron a mi vida y se quedaron en mi corazón.
Gracias!




jueves, 9 de agosto de 2012

La soledad


Ningún número serviría para explicar la soledad. Describirla, darle forma de palabra o de agalla tal vez. Uno está solo en mitad de un centro comercial y es lo mismo que estar solo en medio de un cementerio. La única diferencia pueden ser las flores, pero a veces ni eso. 
En un campo abierto, a veces la compañía del aire que nos habla en silencio, puede resultar el mejor de los amparos, porque en muchas ocasiones, en medio de un millar de personas te podes sentir tan solo como si estuvieras en medio de una duna manchada de un desierto, o sentado en el banco de una plaza quizás puedas tener la sensación de estar naufragando mar adentro. 

Cuando uno está solo, continúa solo el camino que previamente 
han descrito sus huellas en una orilla aproximada al ocaso...


miércoles, 8 de agosto de 2012

El árbol



Reposando mi espalda sobre la corteza de un árbol, leí relajada una y otra vez uno de los párrafos más poéticos de ese "Eterno Atardecer", con el cual desde hace unos meses comencé a experimentar un ideal crecimiento interior. Debe ser que se convirtió en algo así como un complemento perfecto para las horas inertes, o tal vez será que siempre encuentro una lección distinta aunque lo repase una y mil veces... 

* * *
"La Noche me toca el hombro. Me presenta a su hija: BellaLuna, y le canta a capela una melodía que la pequeña baila para todos, sobre el manto oscuro de un cielo que le da silencio. Mis ojos suben hasta abrazarla, hasta el menguante que cada tanto sucede, para recordarme que todo en la vida cambia. Todo se transforma para volver a empezar..." - Narraba Don Ruben.

* * *

Y en ese espacio abierto, con los ojos fijos en mi "perfecta" edición improvisada, las nubes coincidían exactamente con mi mirada, entonces me deje elevar para poder disfrutar un poco más allá de cada palabra.
Mientras ponía a secar una lágrima, que tendida del aire tiritaba, notaba como en esa inmensidad el tiempo se volvía circular, y en ese momento podía asegurar que fuera del cielo no existía nada. El tiempo se convirtió en cielo y le entregué mis manos para que en ellas trazase lentamente la espiral de la nostalgia.

Es cierto que al abrir las ventanas de quien escribe, ellos dejan escapar sus emociones para poder entregar esa dulzura a quien las lee.

Cuando concluí, el árbol se sintió agradecido...

viernes, 3 de agosto de 2012

Por merecer



Aquella tarde, en aquella habitación, escribí una historia de principio indeterminado, pero nunca me preocupé por relatar un final.

Debió ser porque desde chica me acostumbré a dejar los libros a medias, para con más tiempo, más ilusiones o más ganas, retomarlos y seguir contagiándome de su magia. O porque suelo ser de esas pasajeras que corren apresuradas por la terminal y siempre llegan demasiado tarde para embarcar.

El paso del tiempo, dicen que ayuda a cicatrizar las heridas, que pone a cada uno en su lugar, y no sé si es tan cierto, pero siempre me resultó demasiado difícil derribar la pared de los recuerdos.

Y quizás así me pase, porque en aquella habitación todavía quedan fragmentos de papeles escritos por el suelo, y lo que iba a ser no fue, y lo que no era, aún sigue postergado.

Escribo prosas en las paredes de mi cuarto, y sentada en mi silla le enumero mil verdades a mi alma, llevo a mi mente a pasear por mis quehaceres, o simplemente pierdo el tiempo sin soñar nada.
Miro al cielo, observo fotografías, miro hacia atrás, intento construir nuevos sueños, y nuevos horizontes. 
Y yo, humilde por naturaleza, en esta ocasión puedo afirmar sin miedos, que por merecer, merezco más que una palabra, más que un adjetivo… Merezco ambigüedades, metáforas y hasta artículos indeterminados.


Si de merecer se trata, también merezco la luna, las estrellas, y hasta recordar el viejo método de como trazar los círculos concéntricos, para no olvidar jamás que de todos los finales nace un comienzo más, para seguir arañándole a la vida un suspiro de esperanza.
Y una vez más siento que la soledad me enseña a trazar caminos para aprender más.

Finalmente siempre vuelvo a afirmar que las almas derrotadas somos invencibles…



miércoles, 1 de agosto de 2012

Mi lógica



Con el tiempo adquirí la habilidad de convertirme en verbo las veces que sean necesarias, contradecir lo que por lógica está escrito, me hace dueña del mundo.
Reirle a la risa. Salpicar a los charcos. Leerle a los libros. Amar al amor. Llorar a la tristeza. Matar a la muerte. Mojar el agua. Vivir a la vida. Latirle al corazón.
De eso se trata la vida... porque de los sueños también se come...