En un campo abierto, a veces la compañía del aire que nos habla en silencio, puede resultar el mejor de los amparos, porque en muchas ocasiones, en medio de un millar de personas te podes sentir tan solo como si estuvieras en medio de una duna manchada de un desierto, o sentado en el banco de una plaza quizás puedas tener la sensación de estar naufragando mar adentro.
Cuando uno está solo, continúa solo el camino que previamente
han descrito sus huellas en una orilla aproximada al ocaso...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario