Con el tiempo adquirí la habilidad de convertirme en verbo las veces que sean necesarias, contradecir lo que por lógica está escrito, me hace dueña del mundo.
Reirle a la risa. Salpicar a los charcos. Leerle a los libros. Amar al amor. Llorar a la tristeza. Matar a la muerte. Mojar el agua. Vivir a la vida. Latirle al corazón.
De eso se trata la vida... porque de los sueños también se come...
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